Julia
Eissa
Aplicando la
metodología, derivada del libro Cultura y
Sociedad, 1780-1950. De Coleridge a Orwell (1958), al propio Raymond
Williams, se obtienen cuatro campos diferentes que son necesarios para elaborar
una interpretación completa de su obra. Estos campos son: Productor,
Consumidor, Contexto y Obra.
Nos
abocamos al primer campo de la metodología:
PRODUCTOR
·
Para este aspecto son
relevantes elementos como su código lingüístico, su código cultural, la
editorial dónde publicó, su campo cultural, la difusión de su obra pensada como
el objeto-libro.
Comenzó
sus estudios en la gramática Galesa en Abergavenny Grammar School, obtuvo
una beca que le permitió continuarlos en la universidad de Cambridge. Se
enlistó en el Ejército Británico, por lo que cuando comenzó la Segunda Guerra
Mundial interrumpió sus estudios para ir al frente de batalla. Estuvo en la
ofensiva de Normandía en 1944, y continuó en una pequeña unidad hasta el final
de la guerra en 1945. Regresó a Cambridge a proseguir con sus estudios que
finalizó en junio de 1946. En septiembre del mismo año declinó una oferta para una
investigación de tres años y prefirió unirse al Comité de Clases Tutoriales de
la Universidad de Oxford; durante los siguientes quince años se dedicó a la
enseñanza para adultos. Durante ese tiempo fundó dos revistas: Politics and Letters de 1947 a 1948 y The Critic en 1947, en donde se trataba
de conciliar la teoría de Leavis con el análisis social abordado desde una
perspectiva marxista. De igual forma, en este periodo son sus primeros libros: Reading and Criticism (1950) y otros
tres estudios literarios en la misma línea metodológica, y su estudio “The Idea
of culture” (1950).
Militante socialista, en los
años 50 participó en la fundación de las publicaciones de izquierda The New
Reasoner y The New Left Review. Además, por esos mismos años,
perteneció, junto con otros, al denominado Círculo de Birmingham (marxistas
británicos, de las décadas de los años cincuentas y sesentas). Dichos
intelectuales comienzan formando parte del partido comunista, del cual se alejan
por diferencias con el sector ortodoxo. Este grupo se aboca, sobre todo, al
desarrollo de una historia de tipo cultural; y es ahí, cuando Williams comienza
a interesarse por una resignificación social de la cultura. De tal forma,
Williams el novelista, dramaturgo, comunicólogo y comunicador, es uno de los
padres de los primeros estudios culturales británicos, orientados por su
perspectiva crítica, de influencia marxista. Tales trabajos, lo llevaron a ser
considerado como el pensador británico más importante del pasado siglo en el
ámbito de la historia de la cultura y de los Estudios Culturales.
Williams entendía que las
expresiones culturales encierran, más allá de la espontaneidad creativa, un
conjunto de implicaciones que incluyen la ideología del autor y otros valores
institucionales del entorno. Influido por el pensamiento sobre la hegemonía
cultural de Gramsci, su compromiso político se definió en torno a la corriente
de la nueva izquierda; por lo tanto, la obra de Williams es de gran
importancia en la revisión de la idea de cultura, desde el punto de vista del
marxismo (materialismo cultural), ya que él entendió la literatura y formas
culturales relacionadas, no como el resultado de una aventura estética aislada,
sino como la manifestación de un proceso profundamente social que implica una
serie de relaciones complejas entre la ideología autoral, el proceso
institucional, y la concepción estética. Iniciándose en el contexto de la
academia literaria británica.
Su
primera obra importante, que representaría el inicio de su carrera intelectual:
Cultura y Sociedad, apareció en 1958
y su repercusión fue tan grande que redefinió el concepto de cultural y la
forma de abordarla. La magnitud de la obra es tanta que desde su primera
edición hasta 1993 ha sido editada cerca de ochenta veces en cuatro idiomas
diferentes, incluyendo el español.
Debido
al impacto de sus libros, en 1961 Raymond Williams fue invitado a regresar a la
Universidad de Cambridge a dar clase, lo cual aceptó. Fue profesor de Drama en
la universidad desde 1974 hasta su temprana jubilación en 1983. En 1961, de
forma paralela aceptó dar clase en el Jesus College en donde no dejó de asistir
hasta su muerte.
Asimismo, se interesó por las
relaciones entre ideología y cultura y por el desarrollo de perspectivas
socialistas en las artes comunicacionales; por lo tanto, Raymond Williams
inició algunos estudios sobre la mediología y la sociología contemporánea
reconociendo que, pese a la importancia de lo social, la tecnología también
cuenta. Williams plantea que el incremento de la movilidad (terrestre,
marítima, aérea) genera una mayor necesidad de información para la humanidad; y
por lo tanto, el deseo social no nace de la tecnología, convive con ella.
También afirma que la propia tecnología aparece como un deseo, que se
manifiesta desde la definición de un proyecto hasta su concepción material y su
introducción en el mercado.
Así, Williams da una perspectiva más
sociológica de la TV, afirmando que la TV sólo fue capaz de adaptar los
contenidos a su estructura concreta, ya que su verdadera naturaleza es la de
presentarse como un flujo. El modelo que triunfa en la TV es el de la mezcla de
imágenes, de géneros, de contenidos: el flujo. El flujo se contrapone a una
estructura en bloques, a una discriminación u ordenación de los contenidos. El
medio televisivo alcanza su madurez cuando adquiere su estructura de flujo, y
ésta no es una característica negativa en sí misma. La inconsistencia de los
contenidos llega a su máximo con el zapping.[1] Para dar
prueba de ello, participó activamente en las polémicas sobre el sentido y las
funciones de la televisión desde dentro del medio, ya que realizó y formó parte
de numerosos programas de la BBC. La televisión tenía, a su entender, una importancia
capital en la formación cultural, equiparable al valor de lo impreso, a la vez
que era una fuente de innovación social. Esa importancia de la televisión, y
los medios de comunicación en general, se ve reflejada en sus obras The Long Revolution en 1961 y Comunications.
Desde
1961 puede notarse una actitud de oposición respecto a la propia institución a
la que pertenecía, y la institución de la lengua inglesa que hacía a un lado a
las expresiones literarias de otras partes del territorio británico, entre
ellas a la tradición galesa; esto se hace notable en sus libros With Modern Tragedy de 1966, The English Novel from Dickens to Lawrence
de 1970, y The Country and the City
de 1973. Después se nota un mayor trabajo en cuestiones teóricas relacionadas
con el marxismo y la teoría literaria que se inaugura con su libro, nacido de
una estancia en la Universidad de Stanford en 1973: Television. Tecnology and Cultural Form publicado el año siguiente.
Pero la línea marxista queda más clara en sus libros: Marxism and Literature (1977), Problems
in Materialism and Culture (1980) y Culture
(1981); todos publicados en un periodo de cuatro años. Para esta fecha Raymond
Williams ya era considerado uno de los más importantes teóricos de la cultura,
no sólo en lengua inglesa.
De 1983 hasta su muerte repentina en Saffron
Walden, Essex, Inglaterra, el 26 de enero de 1988, tenía sesenta y seis años de
edad, Williams se abocó a la producción de varios libros y ensayos que se
centraban en la Modernidad y las acciones contra el “Nuevo Conformismo” que
provocaba el primero. Entre los libros pertenecientes a esta etapa están: Toward 2000 publicado en 1983, Writing en Society de 1984. De manera
póstuma, se publicó The Politics of
Modernism: Against the New Conformism.
En
el ámbito literario, a su muerte, Williams dejó incompleta su única novela.
La originalidad de este autor consiste
en que abordó sus investigaciones desde una perspectiva “marxista culturalista”,
siendo muy consciente de las implicaciones de la cultura en los procesos
históricos y el cambio social. Williams se conformó como un marxista de la subjetividad, cuyo
interés fue introducir, en el pensamiento de dicha línea, la centralidad de la
conciencia, de la acción orientada por los valores, en oposición al marxismo de la objetividad, que
atribuía el cambio social a una serie de fuerzas ajenas a la voluntad
consciente de los hombres.
BIBLIOGRAFÍA
Austin
Millán, Tomás R. “Para comprender el
concepto de Cultura” en UNAP
Educación y Desarrollo, Año 1, Nº 1, marzo 2000, de la Universidad Arturo
Prat, Chile. Consultado de manera electrónica:
Gómez Bravo, Gutmaro. “La historia social británica:
Memoria de una contribución colectiva” en Revista Historia y Comunicación Social, agosto 2003. España. pp. 119-137.
Formato electrónico, consultado de manera electrónica: http://dialnet.unirioja.es/servlet/listaarticulos?tipo_busqueda=ANUALIDAD&revista_busqueda=1545&clave_busqueda=2003.
Higgins, John, ed. The Raymond Williams Reader. Great
Britain: Blackwell Publishers, 2001.
Rupérez, Ángel. “Vida y pensamiento
de Raymond Williams”, en El País,
23-dic-2011. España. Consultado de manera electrónica:
Shashidhar, R. “Culture and Society: An Introduction to Raymond
Williams”, en Social Scientist, vol.
25, no. 5/6 (may-jun 1997). pp. 33-53.
Williams, Raymond. “Hacia
varios socialismos”. Consultado de manera electrónica:
http://www.correntroig.org/IMG/pdf/Hacia_varios_socialismos.pdf
Worldcat Identities. “Williams, Raymond”. Consultado
de manera electrónica: http://worldcat.org/identities/lccn-n80-36657.
Es un ensayo interesante que nos permite acercarnos a Raymond Williams.
ResponderEliminarWilliams asumió que la cultura era un proceso, cabe preguntarnos si las acciones de los hombres resignifican la historia, la cultura es la oportunidad del hombre para resignificarse.
No sé que tan cierto sea esta posibilidad que afirmas Anahí en el sentido de que el hombre pueda resignificarse en la historia, pues como has afirmado en otros espacios el discurso se elabora desde ideologías constituidas en convenciones, la mayoría de las veces arbitrarias, y que establecen las pautas de esa misma resignificación. Te agradezco las aportaciones que haces a nuestros trabajos.
ResponderEliminarConsidero que ambos tienen razón, en esta cuestión de la resignificación a partir de la cultura y la historia; sin embargo, considero que no son los únicos elementos para crear esa resignificación de la que habla Williams, ya que para empezar considera que cultura, política y economía van unidas; por lo tanto, pienso que estos tres elementos son la base para esa resignificación, pero además hay muchos otros elementos que se deben considerar para el concepto de resignificación manejado por Williams.
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